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Homicidio en San Juan
Fecha de Publicación: 11/04/2014
Tema: Justicia
Un documento privado circuló entre el personal y los accionistas de Cementos Progreso. En él su Gerente General informaba acerca de graves hechos criminales sucedidos el pasado sábado 5 en San Juan Sacatepéquez. Pi, Plaza de Opinión solicitó y obtuvo del autor de la nota informativa, autorización para publicarla y difundirla entre sus lectores.
Indignación por ataque en Feria de Empleo en San Juan Sacatepéquez
El pasado sábado 5 de abril la Feria de Empleo, que se desarrollaba pacíficamente en la aldea Cruz Blanca, fue interrumpida por un grupo de personas, algunas de ellas encapuchadas, que violentamente atacaron a los asistentes con piedras, palos y machetes. El saldo de este cobarde ataque fue la destrucción de vehículos, mobiliario, equipo y decenas de personas heridas incluyendo mujeres y niños.
Pero lo más condenable fue el asesinato del Señor Julián Camey Cuxe, de 43 años, vecino de la comunidad y padre de Héctor Daniel Camey, colaborador de Altopino. El fue alcanzado por una piedra que le impacto en la cabeza y le provocó la muerte. El Sr. Camey había acudido a asistir a su hijo al haber sido advertido del ataque que estaba ocurriendo.
La Feria de Empleo había sido coordinada oportunamente con las autoridades locales (COCODES y alcaldes auxiliares) y pretendía contratar a aproximadamente 800 vecinos para que, de esa manera, pudiesen contar con un ingreso honrado y un salario digno. Lamentablemente se convirtió en una tragedia producto de la intolerancia de un pequeño pero violento grupo de personas.
En Cementos Progreso condenamos la agresión de la manera más enérgica y hemos acudido a todas las instancias oficiales para que le den seguimiento a este hecho de violencia y se castigue con todo el peso de la ley a los responsables. De la misma manera, estamos procurando la asistencia a las víctimas de estos ataques.
No obstante lo anterior, Cementos Progreso ratifica su compromiso con el desarrollo económico y social de las comunidades en donde operamos. Este trágico evento no disminuirá nuestra pasión por concluir el proyecto de San Gabriel, convencidos de los beneficios que traerá a las comunidades vecinas que han vivido demasiado tiempo sin oportunidades del desarrollo integral. Al contrario, el sacrificio de los guatemaltecos de buena voluntad, que buscan un mejor futuro, debe ser nuestro principal motivador para no abandonarlos en manos de asesinos y delincuentes.
Quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer, especialmente, a nuestros colaboradores que estuvieron presentes en la actividad y que demostraron valor y liderazgo al conducirse con prudencia y temple lo cual, sin duda, contribuyó a que el saldo de víctimas fuera menor.
La familia cementara debe permanecer unida y solidaria con nuestros compañeros y vecinos para superar este momento de tristeza. Los invito a tener entre sus oraciones a las comunidades víctimas del terror irracional que es injustamente provocado por esos grupos que tarde o temprano enfrentarán a la justicia.