Golpe de estado Euro-Americano en Ucrania. Parte final
El gobierno usurpador
El “gobierno provisional” puede llamarse también el Gobierno Oligarca. El Presidente es Oleksandr Turchynov, un pastor evangélico, pero quien manda es el Primer Ministro Arseniy "Yats" Yatsenyuk – un banquero judío, escogido por Victoria Nuland para ser el títere de la OTAN. Turchov y Yatsenyuk pusieron varios oligarcas a gobernar las regiones donde el apoyo a Yanukovych es mayor. Es fácil asumir que por su potencial para sobornos políticos.
Uno de ellos es Ihor Kolomosky, un banquero, empresario metalúrgico y patrón de medios millardario, también miembro prominente de la comunidad judía ucraniana y cuyos diarios dieron una cobertura favorable a las revueltas. Se le nombró gobernador de su patria chica: Dnepropetrovsk. Putin dijo de él que es un estafador y explicó como Kolomosky había robado 2 millardos a un socio. Kolomosky es bien conocido como amigo de Julia Timoshenko, la antigua primer ministro cuya primera llamada al salir de prisión fue para Angela Merkel.
Otro es Serhiy Taratuta, el hombre más rico de Ucrania en 2009, según Forbes, que fue nombrado gobernador de su nativa Donetsk. El 9 de marzo ya enfrentó un alzamiento popular para reinstalar a Pavel Gubarev, el anterior gobernador; alzamientos que se repiten en otras provincias.
El clima político se pondrá peor, porque el Fondo Monetario Internacional mandó a Ucrania una “misión investigadora” la semana pasada. Las reservas de Ucrania ya habían bajado de US$17,8 millardos a 15 millardos en las últimas cuatro semanas. Después de la visita del FMI los ucranianos de todas las tendencias aprenderán lo que significa “ajuste estructural”.
La mayoría ucraniana de lengua rusa está tan furiosa con la corrupción, el desempleo y la desigualdad económica como los ucranianos del oeste; pero la gente puesta al mando por las turbas no trae un cambio revolucionario. Son las mismas caras conocidas por su corrupción y su complicidad en enriquecer a los oligarcas ucranianos. Esta vez, para servir intereses foráneos, parecen querer borrar la milenaria herencia cultural ucraniana. La inquietud en el centro y el oeste de Ucrania aumentó desde que los usurpadores anularon la ley que permitía el uso del ruso como lengua oficial en esas zonas. Es una prueba de su tendencia anti-rusa y pro- OTAN. Una prueba de su autoritarismo es la proscripción del Partido Comunista, que sacó el 13% de los votos en la última elección.
Desde su independencia, las encuestas en Ucrania muestran una gran mayoría contraria a ser parte de la OTAN, pero el gobierno “de facto” quiere ignorarlo. En su campaña electoral, Victor Yanukovych se postuló como contrario a la OTAN y su Partido de las Regiones hizo del no-alineamiento la estrategia de seguridad del país, como en Finlandia, Suecia e Irlanda.
Crimea
Crimea ya fue objeto de la ambición anglo-sajona en la Guerra de Crimea (1853 – 56) pero quedó rusa. La vasta mayoría de su población sigue siendo rusa; por ello cuando Kruschev la anexo a Ucrania, fue como República Autónoma. Después del Golpe de Estado en Kiev, el gobierno local permaneció leal a Yanukovych y rechazo los intentos de invadir Crimea con matones mercenarios y de crear una rebelión de los tártaros locales. El gobierno “de facto” comenzó entonces a hablar de una invasión rusa de la Crimea.
La prensa y los gobiernos de la OTAN quieren ignorar que Crimea es la base de la flota rusa del Mar Negro y que de acuerdo al tratado Ruso-Ucraniano de 1997, hasta el año 2040 Rusia tiene derecho a mantener allí hasta 27 mil hombres, aunque por el momento solo hay 16 mil. Lo que la gran prensa reporta como “gente en uniforme” cuidando edificios públicos son las milicias locales de autodefensa y las unidades ucranianas que permanecen fieles al Presidente Yanukovych y al Gobierno de Crimea.
El Gobierno de Crimea, confrontado a los usurpadores de Kiev que quieren ignorar sus legítimas credenciales, ha decidido consultar al pueblo sobre su futuro. Es un ejercicio de auto-determinación de impecable credencial democrática, reconocido por la ONU; aunque abusado por Estados Unidos arrancar provincias a países; desde Panamá hasta Kosovo.
La cuestión energética
El 66% del gas Ruso que se exporta a la UE y Turquía (86 bcm) se hace por Ucrania, pero esta va perdiendo importancia como red de tránsito. Hay dos nuevos gasoductos submarinos, el Gasoducto del Norte y el Gasoducto del Sur que pasan fuera de Ucrania. El Gasoducto del Norte, terminado en 2011, conecta a Rusia con Alemania por el Mar Báltico. El Gasoducto del Sur, que pasa por debajo del Mar Negro, estará listo para 2015.
El monopolio ruso Gazprom había llegado a un acuerdo con Yanukovych para bajar el precio del gas destinado a Ucrania, de US$400 por 1.000 m3 a US$268,5, desde el 2014. La política anti-rusa del gobierno usurpador no favorece la continuación de ese descuento. La deuda por gas de Ucrania con Rusia en este momento es de US$1,5 millardos.
Un maligno rizo del rizo geopolítico
Rusia no va a pedir la indulgencia o la bendición de Occidente. Alea jacta est, la suerte está echada, Crimea es una pieza perdida en el gran tablero de la NATO. Ahora lo que hay es un problema de tres colas para los conspiradores euro – americanos: a) como salvar sus intereses económicos en Rusia (comercio UE con Rusia medio billón; EE UU 40 millardos); b) castigar a Rusia o a los autores del fracaso; c) expandir la integración europea después del choque.
Herman Van Rompuy, Presidente del Consejo Europeo, dijo, el primero de febrero, en la conferencia sobre seguridad de Munich: “para los europeos y americanos, las economías se basan en reglas y las sociedades en valores – esto es lo que somos, es lo que significamos para tantos y lo que juntos debemos representar para el mundo”. Palabras huecas, porque ni sus reglas ni sus valores tuvieron éxito en liberar sus países del peso de una decadencia socio – económica, política e intelectual, ni restauraron sus identidades, su moralidad o su espíritu.
La tonada que hoy cautiva el oído de los electores en Europa es el euro-escepticismo, porque ofrece una valoración de asuntos vitales para tantos europeos dejados fuera de la mesa en la cena transnacional. El “déficit democrático” es una inexorable realidad y es raro encontrar en Europa quien apoye la perspectiva sombría que pintan quienes hacen la política en Bruselas.
Hay una trampa mental convertida en un peligroso rizo del rizo geopolítico para el estilo de maniobra Euro – Atlántico, se trata del “Despertar Político Global” nutrido por Zbigniew Brzezinsky. Se le lanzó como una estrategia de EE UU para el Medio Oriente, pero aterrizó, como un Caballo de Troya, el la llamada Euromaidan de Kiev. Fue algo articulado por Van Rampuy en Munich: “A pesar de la geopolítica, hemos ofrecido a Ucrania una relación más cercana con la Unión Europea, con los países a su oeste…y sabemos que el tiempo esta de nuestro lado. El futuro de Ucrania pertenece a la Unión Europea”.
Quienes hacen la política en Bruselas tienen sus mentes controladas por Washington y el paradigma de Brzezinsky, quien ve a Ucrania como “un reducto occidental que impida la reencarnación de la Unión Soviética, porque sin está Rusia cesa de ser un imperio”. El Dr. Brzezinsky, desafortunadamente, enseño bien como odiar y temer a Rusia, pero, por suerte, su legado geopolítico es anticuado, porque el mundo moderno no soporta vivir dos conceptos opuestos al mismo tiempo: mundialismo unilateral vs diversidad del diálogo civilizado.
Conclusiones y recomendaciones
Las amenazas de Estados Unidos de sanciones económicas y de otro tipo contra Rusia en caso de auto-determinaciones en Ucrania favorables a una integración con Rusia son risibles. El poder económico de EE. UU. se desvanece y Rusia tiene suficiente músculo económico para hacer sentir sus represalias en Londres y New York. Si las cosas se calientan, China, aliada de Rusia, puede dar una mano en fundir el dólar, para disminuir las tensiones.
Rusia puede declarar inaceptable la injerencia de EE UU y la UE en los asuntos ucranianos, apoyar el regreso a la legalidad apoyando los partidos pro-rusos y acercándose a los partidos nacionalistas ucranianos que estarían incómodos bajo la tutela de Bruselas.
La Crimea y otras partes de Ucrania pudieran integrarse con Rusia, mientras Europa absorbe la Ucrania Occidental en bancarrota; algo como una restitución de territorios anexados desde la segunda guerra mundial.
Los rusos y los alemanes debieran recordar que – como Bismarck bien demostró - la paz europea está a salvo y la cultura europea florece cuando ambos países actúan de acuerdo.
Umberto Mazzei, Doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Florencia, Italia; Director del Instituto de Relaciones Económicas Internacionales Sismondi, en Ginebra, Suiza.
Roxanna Zigon, Master en Economía Internacional de la Universidad de Lubliana, Eslovenia; Doctorante en Relaciones Internacionales de la Escuela de Diplomacia y Relaciones Internacionales de Ginebra, Suiza.
Bibliografía: escritos y opiniones sobre el tema de Ernesto Wong Maestre, James Petras, Pepe Escobar, Joseph Kishore, Paul Craig Roberts, Eric Margolis, Finian Cunningham, William Blue, Francis Boyle, Mike Whitney, Zbigniew Brzezinsky, Vladimir Putin.
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