Aclaro que soy electricista y no un médico, por lo que de antemano pido disculpas por meterme en un campo del que no pretendo ser un experto. Mis opiniones las he conformado con lo que he leído y según yo, entendido del tema y mi intención es contribuir a enfocar un problema que nos han endilgado y que es de dimensiones y efectos mamotréticos.
Pandemia es una enfermedad epidémica que afecta a muchos países. En el presente caso es la causada por un virus denominado popularmente Covid-19.
Las infecciones de virus se tratan con medicamentos sintomáticos, es decir qué si hay fiebre, si duelen hueso y/o músculos se toman antiinflamatorios, pero no existe medicamento específico para un virus determinado.
Un virus es un cuerpo mutante, es decir que cambia su naturaleza o composición y se hace resistente a vacunas. Y muta más rápido que el tiempo en que se aprueba una vacuna.
El Coronavirus, Covid-19, fue creado en un laboratorio en China. Queda por verificarse, como creo, si su efecto pandémico fue intencional.
Su contagio es muy rápido y por el aire, la vía de ingreso o contagio es por las vías respiratorias, boca y ojos. Se anida en la garganta produciendo fiebre, tos seca y síntomas similares a los de una gripe. Luego avanza a los pulmones pudiendo producir asfixia y muerte.
Una persona contagiada con síntomas o sin ellos de estar infectada, puede contagiar a un sin número de personas con un efecto multiplicador asombrante.
El transporte aéreo y marítimo lo diseminó por todo el mundo, casi a la velocidad del sonido.
La forma de contener el contagio, no su cura, es mediante el aislamiento de las personas, contagiadas o no, lo que implica inmovilidad y suspensión de actividades. Lo que resulta en una debacle psíquica y económica.
Su cura se hace con inhalaciones de vapor de agua, gárgaras, antibióticos y antiinflamatorios. Todos medicamentos usados comúnmente desde hace muchos años para diferentes tratamientos.
Una guerra nuclear entre dos potencias resultaría muy posiblemente en una victoria con un vencedor en un mundo devastado y un vencido conviviendo en un mundo igualmente devastado. Una victoria Pírrica (…otra victoria como ésta y volveré solo a casa, Pirro).
Pero una pandemia con efectos económicos devastadores, si adjudica una supremacía económica al vencedor y a una dependencia del derrotado.
Y sin mover siquiera un soldado, tirar un tiro o una bomba. Sin una declaración de guerra, ni caliente ni fría. Es más, sin siquiera anunciar su autoría. Los resultados están a la vista.
Un posible objetivo de su intencionalidad sería la debacle económica impuesta a los países afectados.
Las zonas del mundo afectadas pueden acotarse con bastante precisión. No tiene que ser universal, al menos intencionalmente, aunque tampoco importa que se extienda marginalmente.
En el presente caso, hasta el momento, los países más afectados son las potencias económicas de Europa, USA y sus adláteres en América Latina.
Los países próximos a China han sido afectados muy mínimamente, Rusia y Corea. La misma China con ciudades tan populosas como Shanghái, 24 millones y Pekín, 22 millones, próximas a Wuhan, 12 millones de habitantes, África, han salido mínimamente afectadas, comparadas con Europa y USA.
Y China ya está operando abiertamente.
El confinamiento como medida preventiva ralentiza la velocidad de contagio, lo que da oportunidad a los sistemas de salud de atender a un menor, mucho menor número de casos infectados.
Ahora miremos las estadísticas de la propagación y consecuencias en los infectados. Los jóvenes o menores de 30 años es posible que se infecten sin consecuencias mortales o que si se infectan ni siquiera lo sientan. Las personas mayores de 60 años y que sufran de alguna otra dolencia, tiene un riesgo de muerte. 17% de los viejos infectados y con otra dolencia, morirán. En Guatemala menos del 3.5% de la población somos mayores de 65 años.
Son cifras estadísticas ampliamente publicadas. Como tales cifras estadísticas no quieren decir que no morirán jóvenes ni que no sobreviran viejos.
El tratamiento consiste, hasta donde yo he entendido, en remedios casi caseros y de medicamentos muy conocidos y usados ampliamente, que van desde inhalaciones con vapor de agua, gárgaras, medicamentos usados para la malaria, antibióticos y anti inflamatorios.
El bicho puede ser eliminado en la garganta mediante gárgaras con un antiséptico, tragándoselo y pasándolo de la garganta al estómago y que allí se encarguen de él los jugos gástricos.
Hay un buen número de casos de viejos que lo han superado sin requerir para ello la asistencia de respiradores.
Y luego resulta que las vacunas contra los virus, las generan los organismos que han sido infectados. O sea que el infectado sobreviviente es porque se ha inmunizado él mismo. O sea que el no infectado, no hay forma de inmunizarlo.
¿Cuándo acabará la pandemia entonces? Pues según la he entendido yo, cuando estemos inmunes y el bicho muera por falta de donde alojarse. Y para ello hay que infectarse y desarrollar los anticuerpos o que ya no hayan infectados. Se estima que un 60% de la población será infectada y generará sus anticuerpos. Fin de la pandemia.
O sea que el confinamiento es para evitar la propagación del contagio, pero no su cura.
La cura la llevamos dentro de nuestro organismo y los tratamientos son paliativos para ayudar al organismo a superar el ataque. Es decir, qué ante una infección, podemos propiciar las defensas propias del organismo y podemos ayudar a aliviar los efectos del virus.
También podría haber una vacuna específica, pero resulta que el tiempo de fabricarla y aprobar su aplicación, es mayor que el que le toma al virus mutar. Por eso no habrá vacuna específica.
Por lo menos podemos decir que se puede ser selectivo en función de la edad y de la gravedad de la infección.
No hay que hacer una alternativa entre vida y trabajo. Ambas van de la mano para vivir. Hay que tener salubridad y trabajo.
Preservar la vida humana es definitivamente el objetivo principal de la lucha contra la pandemia, pero también es cierto que la vida humana requiere salud y solvencia económica.
Y ojo con ambas condiciones. En aras de la salud se pueden asignar presupuestariamente cantidades enormes de dinero, expeditar los mecanismos de compras y así llegar a tiempo. Pero también hay pescadores de estas oportunidades para satisfacer sus apetencias económicas. “En río revuelto, ganancia de pescadores”, dice el refrán. Luego los métodos deben ser limpios y transparentes y los insumos deben llegar a su destino para el beneficio comunitario.
Y en el tema económico, el otro componente necesario para la vida humana, hay que tener aún más cuidado. El confinamiento lleva de su mano el deterioro económico. Ojo con los políticos populistas, el dinero o lo beneficios económicos, no pueden ser regalados.
Para empezar, ésta es una crisis impuesta de allende los mares. No tenemos vela ni en su gestación ni en su propagación. Tenemos que enfrentarla y combatirla dentro de nuestro territorio y con todos los nacionales y como tal, esta “anda” deberemos de cargarla todos por igual y no de otra forma.
La crisis económica derivada del encerramiento y la contención debemos de aliviarla y superarla todos por igual. No hay almuerzo gratis para nadie. Este aspecto, consecuencia de la contención, que no cura sino ralentiza el contagio, hay que incluirlo en las acciones inmediatas a tomar.
Y resulta qué según las estadísticas ampliamente publicadas, Guatemala es un país de gente joven, 20 años promedio y de organismos humanos fuertes y resistentes como corresponde a países en desarrollo y a su gente joven. Con anticuerpos fuertes y dominantes. Enfermedades que aquí son comunes y llevaderas, son inexistentes y mortales en otros países. Madre Naturaleza.
En consecuencia con mi razonamiento y en función del escenario, considero que la contención y el trabajo deben armonizarse con las precauciones del caso y posibles de cumplir. Pero no debemos dañar nuestra economía.
Sigamos adelante y lamentaremos familiarmente las pérdidas que esta pandemia producida intencionalmente, nos impongan
Yo aprecio, agradezco y aplaudo la labor del Presidente Doctor Alejandro Giammattei.
¡Habemus Presidente!
Su protagonismo, liderazgo y criterio han hecho la diferencia en los resultados obtenidos de su actuar.
Lo ha hecho con las mismas personas que han fungido en gobiernos desprestigiados, ha recuperado una buena parte de la confianza de la población en sus autoridades y ha motivado a los empleados públicos a desempeñarse a fondo en sus labores.
Por ese actuar ha recibido en nombre de los chapines, esa ayuda del sector privado dando una muestra de solidaridad y confianza en su gobierno y ante la seguridad de que los aportes llegarán a su destino.
Me uno a la apreciación popular de que está haciendo las cosas bien. Por primera vez en muchos años, ocupamos los primeros y ejemplares lugares entre los países del mundo por los resultados habidos en la lucha contra del virus.
Felicitaciones Señor Presidente y muchas gracias. Usted tiene el colmillo retorcido y no es necesario decirle ninguna precaución. Usted tiene las credenciales para desempeñarse en esta y otras cosas de gobierno sin tecomates.
Mi único consejo: Mantenga a su derecha a su hija que lo acompañó en su toma de posesión, bello gesto y de estampa estoica. Ella lo mantendrá con los pies en la tierra y lo motivará a actuar de forma que ella pueda siempre estar con la frente en alto por su gestión. Esa será su mejor herencia y lo mejor para Guatemala.
Y ahora un poco del aspecto de una pandemia intencionalmente producida. Resulta que ya vivimos algo similar en Guatemala.
Si, sufrimos la CICIG y su orquestación dizque en contra de la impunidad y como medio de evitar la corrupción. Y, en su momento, su guion fue escrito y planeado con la participación de entes internacionales, tales como la ONU y la prensa escrita y televisiva mundial manipuladas por la izquierda internacional encabezada por una buena parte de los Demócratas gringos, tales como Hilary Clinton, Obama y sus serviles nacionales cuyos nombres me dan nausea de solo recordarlos.
La razón teórica de su creación fue una, sus acciones y resultados fueron otros, políticos, corruptos que se extendieron al mundo entero. Hay todavía en el tintero de la justicia internacional, casos corruptos amparados por CICIG como son los colaterales de la Terminal de Contenedores en Puerto Quetzal y que incluye actuales políticos, funcionarios de gobierno y gobernantes de España y Guatemala encubiertos por autoridades de la extinta CICIG, haló Velásquez y sus 6 millones de Euros…
El manejo publicitario fue tal, que oponerse a la CICIG fue considerado como estar defendiendo la corrupción. Nada más lejano de la realidad. La CICG fue un engendro diseñado por políticos de izquierda que desbarató nuestro enclenque sistema judicial. Hasta la fecha lo sufrimos.
Mordimos en esa oportunidad un anzuelo y lo hemos vuelto a morder ahora con el Covid-19.
En esta oportunidad el guion, lo escribieron en China y lo orquestaron con la participación activa y torcida de la OMS.
Y hasta ahora que estamos en la lona, nos cuentan quien es su Presidente, el Sr Tedros Adhanom y su tenebroso pasado. Y yo me pregunto ¿Cuál es el perfil de un candidato a la presidencia de la OMS?
Porque no puede ser el de esta rata política y exfuncionario del gobierno dictatorial de Etiopía, pieza del régimen comunista de Pekín y que, por primera vez en su historia, el Presidente de la OMS no es un médico. ¿Recuerdan a Mugabe?, pues esta rata lo nombró embajador de buena voluntad de la OMS…
No me extraña que Trump haya retirado el apoyo económico a la OMS, todos deberíamos hacerlo.
Esta pandemia, intencionalmente provocada y orquestada por comunistas no tiene otro objetivo principal que evitar a toda costa la reelección de Donald Trump para un segundo período, sus efectos colaterales son el precio que los de a pie, pagaremos. Tanto en víctimas mortales como en la debacle económica que implica su contención.
Bastó que Trump mencionara la hidrocloroquina y los antibióticos como medicinas probadas y con resultados positivos en la cura del Covid-19, para que CNN nos inundara de foros con médicos y servidores descalificándolo en medicina. Se les vio el plumero, una vez más.
El mayor éxito de la administración Trump ha sido económico y para sus oponentes políticos comunistas ha sido devastador. No hay que ver sino la falta de un verdadero oponente, alguien que le de la talla ideológica y políticamente.
Entonces hay que destruir su aureola de éxito y esa como ya dijimos, es dañar la economía gringa.
El daño a la de otros países poderosos es conveniente y de aprovechar la oportunidad, la de países en vías de desarrollo o pequeños, son simplemente “daños colaterales”.
Fuimos líderes y ejemplares mundialmente en las acciones de contención de la pandemia. Muchas gracias al Sr Presidente Giammattei.
Ojalá lo seamos también reactivando nuestra economía y regresando al trabajo productivo de inmediato. Dieciocho millones se lo agradeceremos eternamente.
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Alfonso RodrÃguez Anker |
Nacionalidad: Guatemalteca, Españ |
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