piapuntes@gmail.com
Dándole vueltas al tema de desarrollo nacional y convencido de que el desarrollo nacional solo será posible propiciando el desarrollo, bienestar, individual, y tratando de identificar el punto donde se rompa el círculo vicioso de que no tenemos desarrollo porque somos tercermundistas y de que somos tercermundistas porque no tenemos desarrollo, he identificado dos condiciones del ser humano primordiales para su desarrollo que son su educación y su salud.
He mantenido un interés sobre los temas de educación, salud y desarrollo. Después de analizar, discutir y platicar con personas de diferentes formaciones académicas y diferentes posiciones sociales, creo haber llegado a la conclusión de que en un orden de las prioridades humanas que llevan al desarrollo del hombre, la educación va primero y que la salud va como una consecuencia de la primera y que ambas son premisas de su desarrollo, definiendo ese desarrollo como su bienestar.
Y por esta razón de priorizar la educación de las personas, es que he considerado que el acceso a la educación debe ampliarse usando las facilidades de difusión que hoy día proveen los adelantos tecnológicos habidos en materia de comunicación digital y que han aumentado en relación exponencial las posibilidades de auto educación del individuo y a costos prácticamente cercanos a ser gratuitos.
De hecho, los programas de estudios académicos que van desde los grados académicos de kínder hasta los universitarios de las universidades de mayor prestigio internacional, son multilingües y gratuitos. Los programas incluyen la evaluación del educando en cada una de sus metas y hasta condicionan académicamente, el acceso a materias en función de haber superado las metas necesarias para su comprensión. Y todo esto sin escuelas, ni aulas, ni maestros, ni sindicatos, ni venta de libros o de material didáctico, ni uniformes, ni transporte escolar, ni títulos oficiales etc. etc. etc…
Y para que esta maravilla sea accesible se requiere de una infraestructura de energía eléctrica y comunicaciones, llámese Internet y de unas Tablets o PC’s.
Por cierto, infraestructuras que, gracias a la inversión privada, existen en el país con coberturas que alcanzan a más del 85% de sus pobladores y que crece y se actualiza tecnológicamente continuamente en función de la competencia entre los proveedores de los servicios.
Es decir que la educación, condición sin la cual, no puede haber desarrollo, bienestar, individual, está allí, al alcance y beneficio de todos los paisanos y que al igual que las comunicaciones, progresa sin tener que esperar que el gobierno haga algo. Es más, porque no interviene el gobierno, es que progresan.
El avance tecnológico permite superar las deficiencias del pasado inmediatamente y más que esperar a que el gobierno haga algo, lo mejor sería que ya no hiciera nada y deje de estorbar en este campo de la educación.
Una fracción del presupuesto del Ministerio de Educación, destinado a equipar a cada paisano menor de 15 años con sus implementos electrónicos, sería más que suficiente y sus resultados serían de beneficios personales y nacionales y “hasta donde cada alumno decidiera poner sus metas académicas”.
Y ¿esta maravilla por que no se hace? pues pregúntenle al Jefe del Sindicato, no al Ministro. Los alumnos están allí, los servicios están disponibles y los equipos abundan en las tiendas. ¿Qué esperamos?
Pero en la expresión de “hasta donde cada alumno decidiera poner sus metas académicas” se genera otro tema diferente pero íntimamente vinculado al desarrollo y bienestar personal.
El hombre, en plural y por lo tanto incluye a las mujeres, aprende lo que considera necesario para su trabajo y empleo. El hombre pone sus prioridades de aprendizaje en las materias que considera necesarias y no necesariamente en las que se listan oficiosamente.
El hombre es perfectamente capaz de identificar sus necesidades y de superar las barreras académicas para desempeñarse en la sociedad compitiendo por una mejor ubicación.
Hace unos días un evento insignificante me documentó en este tema de selección personal de los temas a aprender. Una persona con escasamente educación primaria, me asistió en poner las tarjetas sim y de memoria en un teléfono celular.
Esta persona sabía para empezar de que compañía le convenían más los sim’s y de la cobertura y ofertas de cada proveedor del servicio, sabía que cada tarjeta tiene estampado el tamaño de la ranura donde debe instalarlas y sabía usar a la perfección las funciones del teléfono y de la multi media que le interesa.
Sabía que en la tarjeta de memoria podía guardar música y fotos y que podía bajar la música conectado a la red wifi de mi casa sin entonces pagar por el tráfico de datos y sabía toda la jerga mutilingüe al respecto. Face Book, You Tube, Instagram, WhatApp, NetFlix, Spotify, etc…
Sin embargo, yo no había conseguido convencerla de usar la Tablet y ponerse a estudiar…
Otra experiencia la tuve y que seguramente han tenido muchos, fue cuando una de mis pequeñas nietas me pidió prestado mi celular y me preguntó si yo tenía juegos en él y le dije que no tenía juegos, bien, si tenés, me dijo y sabés que, a mí, me urge aprender a leer para usar yo el celular y el ipad y abrió el menú de juegos e identificó los de su interés… por cierto estudia ahora en Acton.
¿Quién que compre un Celular, una Tablet o una PC lee un instructivo escrito en papel? Nadie.
Y con lo anterior como introducción, llego a concluir en que el nivel cultural de una persona será acorde a los requerimientos académicos que su trabajo le demande y que a una mayor demanda de preparación académica corresponde un nivel de mejor bienestar personal.
Las fuentes de trabajo, trabajo productivo me refiero, se originan en la inversión privada, el burócrata gasta, no produce en la mayoría de los casos, ni el sueldo que devenga.
Cuando un inversionista invierte para desarrollar una actividad competitiva en el mercado, genera las fuentes de trabajo y dependiendo de las actividades a desarrollar será el nivel académico que el personal asociado deba superar. El trabajador se ubicará en la actividad que pueda desempeñar mejor y a partir de ahí, buscará superarse a mejores posiciones de trabajo, para lo cual deberá superarse académicamente.
Es decir que el primer punto en el desarrollo y bienestar personal es que haya inversión privada en un país. Sin inversión, simplemente, no hay desarrollo posible.
Y si no hay inversión privada en un país ¿dónde estarán los empleos? ¿Para qué, querrá la gente entonces educarse más? Y ¿Cómo será posible el desarrollo?
Y entonces ¿qué buscan los que se oponen a las inversiones privadas? Y no les importa en qué campo sean hechas, con ser privadas y en infraestructura hay que atacarlas y oponerse. Porque por ser inversiones privadas es que atacan las de minería e hidroeléctricas y les tocó a éstas, porque es donde las ha habido más fuertes.
Pues también se entiende fácilmente que buscan los opositores a las inversiones privadas. Buscan que las haga el Estado a través del Gobierno de turno ya lo han dicho, “nos oponemos porque son privadas” y los ladrones de energía eléctrica de CODECA piden que regrese a ser estatal el servicio de la energía eléctrica, ni modo, así se la robarían toda…
Esta es la nueva versión de los guerrilleros de antaño y tienen los mismos objetivos que aquellos. En lugar de trajes camuflados usan de camuflaje la ecología, los derechos humanos y las etnias…
Al no haber coimas ni prebendas en las inversiones privadas, que a diferencia de las estatales que con pistos de todos se benefician unos cuantos, por cierto cada vez en un número mayor, los opositores financiados desde afuera por países que se han beneficiado del esquema de piñata estatal, piden a gritos regresar a su cancha las inversiones en infraestructura.
Que esta actitud afecte y dañe a la población, que limite su desarrollo y educación, no les importa. Al final, cuánto más ignorantes sean, más fácil y más barato manipularlos a la hora de bloquear carreteras.
Y el Gobierno, bien gracias, de espectador y encima apático. Patético resulta darse cuenta que la principal e inicial razón de un gobierno, de mantener la ley y el orden, parezca hoy día totalmente ajena al Gobierno de turno, a todos los género de autoridades y a todo elemento de sus filas.
Los actuales ataques terroristas a proyectos en construcción son incluso de mayor envergadura que los que cometieron en su tiempo “los guerrilleros”, con la diferencia que ahora no actúa, ninguna institución estatal, ni el ejército en defensa de los atacados.
Los ataques incluyen el manoseo de leyes y jueces en detrimento de la inversión privada y del respeto de la propiedad privada.
Y los militares que actuaron en defensa de sus vidas y que fueron enviados a preservar el orden público ante manifestantes que cerraron una carretera de primer orden, están presos…
Estas señales, ¿a dónde apuntan?
¿Quo vadis Domine? ¿Podremos albergar esperanza alguna de cambiar nuestra condición actual? O repetiremos “Voy a Roma para ser crucificado nuevamente”.
![]() |
Alfonso RodrÃguez Anker |
Nacionalidad: Guatemalteca, Españ |
Ver todos`p>